Esta fue la primera película de la saga en no ser dirigida por Steven Spielberg.
Hace unos días se estrenó oficialmente la quinta entrega de Indiana Jones, que recibió el título de “Indiana Jones y el Dial del Destino” y fue la primera de la franquicia en no ser dirigida por Steven Spielberg. A pesar de ello, logró recuperar la la magia de la trilogía original y le otorgó un dignísimo cierre a nuestro profesor favorito de arqueología.
Harrison Ford rodó esta película con 80 años de edad, por lo que en temas de agilidad dista mucho de la performance del actor en la década de 1980. No obstante, en la cinta no se busca tapar el sol con un dedo y se hace referencia a la avanzada edad de un Indiana Jones, que imparte su última clase en la universidad antes de su jubilación y está totalmente retirado de las aventuras que protagonizó en la década de los años 30´s.
Prólogo
Si bien la historia toma lugar a finales de los años 60, todo comienza con un extenso salto temporal a los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, cuando los Nazis estaban viviendo sus últimos días antes de la rendición. Este flashback funciona bien, pues nos da una historia del viejo “Indy”, tal como en Indiana Jones y la Última Cruzada, que nos introduce el origen del codiciaso artefacto que se buscará en esta cinta y nos permitió conocer en profundidad la conexión entre el profesor Jones y el antagonista de la historia, que es interpretado de gran manera por Mads Mikkelsen.
En este prólogo, se nos muestra a un Indiana Jones rejuvenecido por CGI, con grandes resultados que acaban justificando la gran inversión realizada por esta producción. Si bien en apareciencia los resultados fueron muy buenos, en temas de movimientos se notaban los problemas de movilidad de Harrison Ford, sobre todo cuando van por los techos de un tren.
Indiana Jones y el Dial del Destino
Tras el final de esta primera parte, la película nos muestra a Henry Jones Junior viviendo sus últimos días de vida como docente en la universidad, y cómo con el pasar de los años parece no encajar con la sociedad y su entorno, pareciendo una persona fuera de su tiempo. Además, se hace especial énfasis en la solitaria vida que está viviendo el profesor, y en cuánto extraña la presencia de Marion Ravenwood y su hijo Mutt Williams, que durante la trama se nos revela que falleció durante la Guerra de Vietnam.
Por otra parte, también hay nuevos personajes secundarios que genuinamente no aportan mucho y trajeron de regreso a Sallah, aunque su rol pasa a ser casi indicental. Lo veo más como un fan service, que como un elemento relevante a la trama. Sin embargo, hay otro Helena Shaw es otro personaje que hizo su debut en esta cinta, pero los resultados fueron mucho mas alentadores. Se nos introduce como una cazarrecompensas con un conocimiento importante en materia de arqueología, pero que estaba motivada únicamente por el dinero, cosa que llega a “caer mal” en el espectador, por ir en en contra de nuestro querido Indiana Jones. No obstante, con el transcurso de la cinta el personaje termina demostrando humanidad y preocupación por otros.
La historia funciona. Tal como en la trilogía original se nos presentan distintos escenarios alrededor del mundo, escenas de acción, persecuciones que están a la altura. Quizás quedé con ganas de ver desafíos mayores en tema de puzzles y acertijos, pero de todas maneras se recupera la escencia de la trilogía original, donde se busca un objeto real, con propiedades sobrenaturales. Por otra parte, la banda sonora mantiene la excelencia que ha caracterizado a esta saga y nos dio una de las melodías más icónicas en la historia del cine.
Un final que puede causar polémica
Aquí derechamente hablaremos con spoilers, aludiendo al final de la película donde Indiana Jones termina viajando 2000 años al pasado y vivencia la Batalla en Siracusa, en la que llega a conocer al mismo Arquímedes. Este retroceso temporal llega porque la Anticitera del físico griego permite predecir lugares donde se podrán llevar a cabo saltos temporales.
Al momento de interactuar con Arquímedes, Indiana Jones tiene toda la intención de quedarse en la época de los griegos, impulsado por su desconexión de la sociedad en la que estaba viviendo y su falta de motivación para volver a su tiempo, cosas que hacen que el espectador empatice con el profesor. Sin embargo, todo acabó de golpe (literal) y tras el retorno al años 1969, el ex profesor Henry Jones cierra una vida de aventuras, al lado de su amada ex esposa, quien volvió a su vida por labor de la ahijada de “Indy”, Helena. Un gran cierre para el arqueólogo más conocido del planeta, quien recoge su sombrero al final de la película, haciendo un guiño final a un posible regreso…